Las situaciones de violencia y conflicto social pueden producir mucho estrés en niños y niñas, siendo los adultos los más indicados para protegerlos, darles consuelo y ayudarlos a sentirse mejor de manera respetuosa y empática; con la finalidad de resguardar su bienestar integral.
Cuando niños y niñas viven situaciones de estrés, es normal que sufran algunas alteraciones. Ellas se pueden manifestar como:
- Dolor de estómago, pesadillas, dificultades para dormir, llanto espontáneo.
- Aferrarse a sus padres o cuidadores. Buscan estar más unidos a ellos, ya que se sienten más sensibles y dependientes.
- Volver a tener a comportamientos de niño o niña menor (como perder en diferentes momentos el control de esfínteres, chuparse de nuevo el dedo …)
- Tener comportamientos diferentes a los habituales, como volverse agresivos, muy pasivos o callados.
Por esto, necesitan más que nunca sentirse acogidos y apoyados, por lo que recomendamos:
- Mantén la calma: Las reacciones de niños y niñas están fuertemente influenciadas por las reacciones de los padres (o cuidadores) ante situaciones de estrés.
- Escúchalos: Pon atención a sus relatos, emociones e inquietudes, respondiendo de manera sensible, ajustando la respuesta a lo que preguntan.
- Entrega: explicaciones simples, reales y breves. Es vital considerar las posibilidades de comprensión según su etapa de desarrollo.
- Ayúdalos a expresarse, hay niños y niñas que quizás no quieran hablar de lo sucedido, pero lo pueden hacer a través de dibujos, juegos, etc.
- Niños y niñas hablan poco, pero más frecuente de lo sucedido. Es importante validar sus pensamientos y sentimientos, aclarando sus dudas.
- Acógelos: Niños y niñas necesitarán mayor contención: por eso pasa más tiempo con ellos, juega, abrázalos y mántenlos cerca.
- Evita que vean o escuchen noticias en forma directa. Intenta ser su principal fuente de información, mediando así lo que reciben para evitar situaciones nuevas de estrés
- Vuelve a la rutina lo antes posible. Retoma las cosas que normalmente hacían, procurando espacios para jugar, dibujar, pintar o ir a la plaza.
- La situación de conflicto también genera estrés en los adultos: lo que puede afectar tu paciencia y el manejo de tus emociones. Es importante el autocuidado, los espacios para conversar, distenderse, etc.
- Incorpóralo en actividades de ayuda a los que se hayan visto más afectados o bien, a recuperar espacios comunes. Se sentirán integrados y será un momento de alegría.